sábado, 18 de abril de 2009

Pon tú el título

Harto estoy de pensarte. Harto. Quizás, sin ninguna razón aparente se me ocurra dibujarte entre las esquinas de mi cuarto, entre esas en las que sólo están la amargura y el desasosiego. Como punzones que me atraviesan de un lado a otro, así estoy. Harto. Harto de no encontrar sentido a la vida, sin ninguna esperanza, vagando entre minutos perdidos, caminando por la calle intentando pensarte para nada. No quiero pensarte, no quiero. Lo que quiero es querer tenerte, poseerte y nunca perderte, eso es lo que quiero. Pero sólo te pienso y me harto, pues si no me hartara no me volvería loco. La locura llena mi cerebro y lo emborrona dando un aspecto sombrío que recuerda a mi memoria la vida que llevo. Me odio.
Pero la vida pasa, eso es lo bueno. Contemplo la lluvia que cae en mi rostro como aguijones que se clavan en mi cara, y sonrío. Aún me pregunto por qué sonrío cuando me pasa algo como eso. No lo sé, pero sonrío. Y la sonrisa desquiciada de mi rostro denota que soy poseedor de una verdad que los demás desconocen.
Soy fuerte como una roca y nada me hiere, soy indestructible, mi rabia se rebela contra todo y me ayuda a focalizar, a concentrarme. La lluvia me empapa, y me hace más sabio.
A partir de ese momento sé que guardo un tesoro, mi cabeza se despeja después de un día nublado y ya no te pienso.
A veces estoy harto de pensarte, aunque, sinceramente, la verdad es que no. Todo se oculta detrás de mi sonrisa.
Bloom-withno