lunes, 10 de diciembre de 2012

Emocionarse

Porque esto, como os dije antes, va de eso. De no parar, de bombear, latir, ser, continuar, ascender. Un paso más... no... otro más... vamos... otro... y otro...
Coger carrerilla para que no puedas ver el punto de partida. Porque una vez que he aprendido a volar no pienso pararme a caminar. Nunca más.
Es esa emoción que corre por las venas, un torrente que empieza en tus pies e ilumina todo lo que toca.
No contengas nunca tu alegría, nunca. Vive cada minuto de tu fantástica vida como algo precioso. Porque no podrán detenerte. Porque nadie podrá detenerte.
Somos seres emocionales. Tenemos dentro de nosotros una fuerza incalculable capaz de desviar el curso de los ríos, somos energías indestructibles de la naturaleza preparadas para estallar como bombas de neutrones. Nuestra fuerza es única.
No te pares, siempre adelante, mirada fija, objetivo frente a ti. Nunca. No pares. Nunca. Vomita tu bilis, maldice tu destino. Levántate, cierra el puño y golpea una, dos, ¡MIL! las veces que hagan falta. Porque no te dejarás vencer, no a tí, no hoy. Nunca más. Nunca más.
Es mi emoción hacia lo que siento ahora mismo lo que me mueve a ser mejor, a ser más, a ser otra cosa.  Mi motor. Mi vida.

Bloom-Withno

viernes, 7 de diciembre de 2012

Piel de Rinoceronte


 "Inside my shell, I wait and bleed"
(Letra extraída de la canción "Wait and Bleed" del grupo Slipknot)

Cada uno guardamos las emociones que sentimos dentro de un habitáculo que no es el corazón, pues el corazón bombea sangre, pero no emociones.
Seguramente los médicos podrían explicar mejor que yo los impulsos nerviosos que llevan al ser humano a emocionarse, de cómo las neuronas vuelan de manera supersónica por nuestro cuerpo para enviar su mensaje codificado.
Pero todo eso da igual hoy y ahora. No se trata de reducir los sentimientos, sino de agrandarlos, expandirlos, meterlos todos en una batidora, poner un temporizador para que la bomba se ponga en marcha, que todo sea un espectáculo incontrolable.
Pero tu piel no exterioriza las emociones. No como tú crees o quieres creer. Todo depende de la piel de rinoceronte que tengas. Tan áspera y rugosa que apenas emite nada que traspase la delgada línea que separa el descontento del fervor, como un ser inerte que pasa sus días expectante, esperando ver su propio cadaver.
Mátame si algún día soy de esos. Mátame si algún día dejo de ser yo cuando quiero ser yo. Pero mientras tanto, nota cómo crece la emoción y desborda todo aquello que toca. Puebla este mundo de savia nueva que lo haga mejor.
Prueba a hacerlo si te atreves...

Bloom-Withno