martes, 14 de enero de 2014

Poemsamientos 2014 (I)

Todo lo que llega, llega. Pensar de otro modo es sencillamente estúpido.
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Todo lo que no llega, llega, pero más tarde. No entender esto es sencillamente falta de experiencia.
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No se llega a A desde B. Se llega a A desde A. El tema es encontrar dónde está A. O si A existe. O si existe (beckettianamente) AA o Aa. B no es A. B es B. Entender B como A es ver qué no hay A que sea B o viceversa. A es A . A no es B.
Aplicable a todo.
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Cuando llueva ácido, saca el termo. Nunca sabes cuando puede llegar el momento de volver a utilizarlo para lanzárselo a la cara de alguien.
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El tiempo es kunderianamente leve. Pero es tuyo. Tu tiempo. Temporizar los compartimentos de tu vida. Compartimentar el tiempo en momentos. Contemporizar.
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Citen a los clásicos, pero leánlos. No hacerlo les hará parecer que saben lo que hacen cuando en realidad no están haciendo buen uso de sus quehaceres. Lean, hostias.
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Existe una relación inversamente proporcional entre escribir y vivir. Salvo que lo lleves en las venas. Entonces la relación es espasmódicamente proporcional. O venenosamente proporcional.
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Conócete a ti mismo, pero deja de hacer el capullo.
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Llegar con vino y rosas es señal de manchas y pinchazos. Para lo bueno. Y para lo malo. Siendo lo bueno terriblemente malvado y lo malo terriblemente bondadoso. Si esto último pasa, el napalm ayuda.
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Tú eres la fuerza proteica del Universo. Entender esto es saber que todo está a tu alcance. Y entenderlo te da permiso para poder abofetear de manera aleatoria a la gente. Esto último quizá no, pero ya lo entenderás cuando te toque.
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Bloom-Withno



domingo, 12 de enero de 2014

Ella

Ella se mesa los cabellos cerca de la ventana. Piensa en nebulosas, mira sus manos, arrugadas por el paso del tiempo. De vez en cuando le asalta una idea. Es el momento, quizá. Él se lo ha pedido, puede que ahora sea buena época. Ha llegado a la treintena. Un atisbo de algo parecido al atrevimiento le hace decidirse. Ir de blanco. Celebrar una boda. Sus amigas ya se han casado y le atosigan a preguntas sobre su futuro. Cásate ya. Necesitas tener hijos. Estabilidad. Bueno, quizá sea el momento. Quizá.

Ella se mesa los cabellos cerca de la ventana. Piensa fríamente en lo que él le ha presentado. Un plan decidido de su futuro. Una hoja de ruta. ¿Qué fue de mis sueños, mis aspiraciones? ¿Es eso lo que quiero? Tiene miedo, siente temblores. Junta los brazos en su regazo. La personita que viene. Total, es solo un papel. Una formalidad. Para qué dar ese paso con miedo. ¿Es ése mi miedo? Quizá.

Ella se mesa los cabellos cerca de la ventana. Piensa con claridad acerca de su futuro, sus sueños en esta vida que acaba de comenzar, sus estudios, sus ansias de conocer el mundo, quizá viajar, enamorarse febrilmente de un joven apuesto que le robe el corazón. Ay, late mi alma adolescente con todas sus fuerzas. Tengo tantas cosas que hacer. Las haré, seguro. Nada podrá pararme. Seguro.

Ella mira el horizonte desde la ventana. Sonríe. Ante ella, colores, formas, aromas. Ríe. Le gusta lo que ve. Su cara risueña y feliz, propia de las almas no contaminadas por la vida. Ríe.

Ella mira el horizonte desde la ventana. Sonríe. Sus arrugas dibujan pequeños surcos en su rostro, cicatrices de una vida. Sobrevivir. Una vida vivida con intensidad, plena, feliz, con sus altibajos como todas. Mira al horizonte con sabiduría. Le recuerda a él. Sus ojos, su olor, su sonrisa. Su vida.

Ellas miran por la ventana. Ellas.

jueves, 9 de enero de 2014

Sereno

Tocar fondo es una expresión que cada vez está más manida. Como si fuera algo común, corriente, o incluso, saludable. Como si tocar fondo fuera un callejón sin salida.
Me resulta extraño incluso para mí, pero tengo una imagen muy nítida de lo que es tocar fondo. Soy yo, en un océano inmenso, descendiendo. Cada vez más bajo, cada vez más abajo. Pataleando compulsivamente hasta que me abandono, hasta que el silencio se apodera de mí y no lucho por respirar, no hay asfixia, ni temor, no hay luz, solo me rodea oscuridad, cada vez más negro, cada vez más abajo.
Esta imagen que mi mente recompone no es dueña de ningún momento concreto, es una reacción visceral que me sirve de autodefensa, de saber lo que es estar abajo, conocer esa sensación. Oh sí, todos tenemos problemas. Pero no es lo mismo.
Tocar fondo significa que eres consciente de tu situación, que no puedes ir a peor. Es una sensación, no hace falta que nadie te lo diga, lo sabes, lo notan en tus ojos, tus manos se agrietan, y si pudieran abrirte en canal, verían un torrente de sangre envenenada, negra como el infierno más lúgubre que te puedas echar a la cara.
Hay que tener un par de cojones grandes para saber esto y convivir con ello. Esto no te deja secuelas, sino escaras, piezas de tu alma que han sido flambeadas, cocinadas con magma por una vida cruel.
Cuando concibes eso, es cuando empiezas a vivir.
El día que tu pena negra deja de ser la garante de tu vida y decides que hasta las amapolas crecen en los lugares más hostiles. Cuando resistes la tempestad. No, no resistes. La haces retroceder. Como un mar bravío que se vuelve en calma a tu paso. Cuando eres el dueño de lo que te deparará la vida.
Es entonces cuando recuerdas que una vez, o durante un tiempo, tocaste fondo. Tu cuerpo todavía lo siente, pero ya convives con ello.
Eres poderoso y resplandeces a lomos de un caballo desbocado que centellea a su paso. Eres una fuerza viva dispuesta a desterrar cualquier atisbo de debilidad. Un titán de luz inalcanzable.
Es, en esos momentos, cuando descubres la calma.
Estar bien con uno mismo, controlar las bridas de tu vida. Conocerte y conocer, mirar más allá de. Mirar más alla de.
Como una estatua de mármol que te mira con sus ojos huecos, como la sonrisa del diablo que te asoma por la comisura.
Has pasado por todo eso y has vencido. Abre la puerta, el mundo es tuyo.

Desde la margen Oeste de la Laguna Estigia

Bloom-Withno

miércoles, 8 de enero de 2014

No del todo recto

Desde pequeño, no sé por qué, veo mejor las cosas si están ladeadas que si están perfectamente colocadas. Quizá sea cuestión de perspectiva, o como parece más lógico, porque mi cerebro tiene ciertos compartimentos dañados vete-tú-a-saber-por-qué. De todos modos, siempre me ha parecido algo muy curioso.
Esto no quiere decir que cuando vea las cosas rectas no las entienda. Al contrario, las veo muy bien. Pero cuando se ladea mi cabeza, todo cobra sentido de otro modo. Como cuando se hace un corte transversal con una katana, casi imperceptible, y las dos mitades se superponen y una de ellas cae al suelo, provocando un estruendo gigantesco.
Probablemente así sea tu corazón. O el mío. Cuando se rompe.
No nos pongamos tan filosóficos, al corazón no le pasa nada, bombea sangre tan ricamente. El problema, como siempre, eres tú. Tú y tus ansias, tus ínfulas, tu nada, tu todo, lo que abarca y lo que excluye. Tu personalidad. Tu sensibilidad.
Parémonos un segundo en esto. Eres sensible. Todos somos sensibles, pero no todos somos perceptivos. Cada uno a su estilo, a su modo.
Es cuestión tuya recorrer ese camino no del todo recto que es tu vida. O la mía, en este caso.
Es muy probable que no percibas nada de lo que estoy diciendo, pues como ya te comenté, eres sensible, pero no percibes nada de tu alrededor.
Tu camino difiere del mío. El mío es no del todo recto, el tuyo es recto hacia una monotonía que te pervierte y convierte en un ser sumiso.Y no te envidio lo más mínimo.
Ha llegado ya la hora de entender que tú vas a ser lo que tú quieras que seas (esto, de nuevo, no lo comprendes).
Me visto. Salgo a la calle. Seré lo que quiera ser. Entiendo que mi camino no es del todo recto, ¿pero acaso algo lo es?

Bloom-Withno
Desde mi visión sesgada de la realidad


viernes, 3 de enero de 2014

Proyecciones/Variaciones

BUUUUUUM!!! ESTALLIDOS!!! SIRENAS!!! GOTAS GIGANTES QUE SE ABALANZAN CONTRA TI!!!
Silencio, silencio, si... lencio.
Es básicamente esta dualidad, tan efímera y polvorienta como cualquier atajo de tu vida la que te hace conocerte. Momentos de euforia, de sincronía con el mundo. A veces no del modo que tu crees, pues el mundo tiene su propia ecuación (Acción= K* 1/Reacción; donde "K" es una constante no lineal en el tiempo, pero esto solo lo sabemos algunos) y tú mientras sigues viviendo.
Y piensas en lo que puedes ser, o en lo que quieres, mejor dicho. Lo que se espera de ti, lo que esperas de ti. Lo que te deparará la vida. Te proyectas, subes y elevas hasta rozar Antares con la punta de tus dedos para luego bajar en un torrente de fuerza que te hará más sabio y fuerte. Esa es tu proyección, ese es el material del que estás hecho.
La armadura es dura, pero no irrompible. Y no eres el único, pues tantos hay como universos existen. En este multiverso que es tu vida, crecen por doquier las variaciones de tu existencia. El padre fervoroso, el esposo amante, el amante esposo, el crápula, el decoroso, el sucintamente olvidado, el pesaroso. Tantos como quieras.
Escoge tu variación, pues es ésta la que proyectas. Finas notas de un violín imperceptible al oído humano que brilla en los átomos de tu organismo, en común unión con la vida.
Eres la variación de tu propia vida. De tu diseño, de tu tejido. Serás la variación que tú mismo seas.
Proyecta tu silueta hasta el infinito para volver más poderoso que nunca. Riega esta tierra desde el abismo más absoluto hasta los rincones infinitos de la galaxia. Eres indestructible, poderoso.
Hazlo pronto. Hazlo ya.
O alguien vendrá a quitarte de tu lugar.
El tiempo corre.
Hazlo.
Ya.

Bloom-Withno

miércoles, 1 de enero de 2014

Nowithno 2014

Volvemos.
Nos creemos necesarios.
Nos creemos.
Todo lo anteriormente aprendido es aprehendido sin temor a nada.
Como una gota de lluvia, como un estallido de furia.
Como el paso incesante de un carruaje triunfal que porta la efigie de alguien importante.
Como algo sórdido y penetrante.
Como algo  bello y deforme.
Como algo informe y bello.
Como oscuro es el sol y resplandeciente la luna.
Como todos y como nada.
Eso somos.
Acechábamos en las sombras.
Ahora estamos en la superficie.
Corred...

Creo,
solamente en la mitad de lo que leo,
no es creencia, es evidencia lo que por dentro deseo.

(Letra extraída de la canción "Creo" de Hora Zulú)