lunes, 20 de octubre de 2014

Cosas que diría con solo mirarte

"Tú haces que quiera ser mejor persona"- Melvin Udall en "Mejor Imposible"

Cosas que diría con solo mirarte. 1 de 3.

- Te quiero tanto que me duele
- Daría mi vida por ti
- Eres, sin lugar a dudas, lo mejor que me ha pasado en la vida
- Irradias luz
- Contigo todo tiene sentido
- Tu sonrisa me hace sentir bien
- Mataría por un beso tuyo
-  Me complementas
- Eres una persona excepcional
- Te amo

"La vida es lo que te sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes"- John Lennon en su canción "Beautiful Boy"


Cosas que diría con solo mirarte. 2 de 3

- Monótono.
- ¿Tienes sangre en las venas?
- Lo que digas no me importa
- Podrías hablar durante horas y seguiría sin escucharte
- Te dejaste la personalidad en el útero materno
- ¿Cómo te llamabas?
- Solo me aportas indiferencia.
- Me molestan tus sollozos para conseguir cosas.
- Este sol de justicia y tu palabrería inútil
- Me aburres

Te deseo todo el dolor del mundo Martín... Te deseo un dolor tan intenso y tan profundo que no lo puedas soportar... Que no te mate, que te mantenga vivo muchos años y no te abandone nunca."- Dante en "Martin (hache)"

Cosas que diría con solo mirarte 3 de 3

- Tu madre perdió mucha placenta en tu parto
-¿Tus padres son primos? ¿Tienes cola de cerdo?
- No habrá un solo rincón donde puedas esconderte, miserable
- Despídete de todo aquello que hayas amado
- Vas a suplicar clemencia
- Tus gritos son música en mis oídos. Grita, grita más fuerte. ¡GRITA!
- Aún no he acabado contigo. Lo que te espera, es peor que el infierno
- Dime qué se siente cuando has perdido todo
- Recuerda esta noche, recuerda todo. Recuerda tu alegría. Todo eso se esfumará de un plumazo.
- Sonríe, ya estás muerto.


Bloom-Withno




domingo, 5 de octubre de 2014

Un otoño en Madrid

Madrid es una ciudad con más de un millón de esquinas donde te atraviesan el corazón sin misericordia cuando caen las primeras hojas de otoño. Un asesino silencioso recorre las calles oliendo sangre y no duda en salir a por sus víctimas.
No es París, ni Roma, donde el invierno esconde una cara mortífera entre esas grandes catedrales, donde cada mirada de cada estatua te aniquila inmisericorde. No. Madrid no espera al invierno, y es mucho más mortífera.

Porque Madrid, en otoño, inspira melancolía, ternura, e incluso hasta un punto de felicidad. Llegan las primeras lluvias, el olor a tierra mojada, la lenta letanía de los transeúntes que recorren sus calles, el olor a café recién molido, el de los paseos con las hojas cayendo. Una trampa mortal.

Uno puede quedarse perfectamente atrapado en Madrid, en su tela mágica, esa red tejida por una araña poderosa que no te suelta y te recuerda una y otra vez tu estado de ánimo. Madrid puede ser una ciudad muy puta si quiere.

Más si eres extranjero. Si has pisado Madrid y vienes del norte no entenderás nunca la ciudad y echarás de menos ciertas actitudes. Si eres del sur, nunca entenderás la capacidad de morir y nacer cada noche que tiene Madrid.

Llego a casa calado hasta el tuétano por una lluvia improvisada, una de las muchas que mi cuerpo sufre cada vez que paseo por este bendito lugar del mundo que conecta perfectamente con mi ánimo: el otoño en Madrid, donde todo se tuerce y se mira en diagonal. Una perspectiva perfecta para mí.

Sonrío porque sé dónde estoy y lo que la ciudad me exige, demanda de mí nada más y nada menos que mi vida, mi consumo de energía necesario para que ella pueda traquetear sin problemas, despidiendo carbón y humos tóxicos para sentirse viva.

Sí, Madrid es una ciudad muy puta en otoño. Pero a mí me encanta.
No se acerquen a Madrid si no están preparados.
En cada esquina
En cada una de ellas
Descansa un asesino.

No lo olviden

Bloom-Withno