domingo, 16 de noviembre de 2008

Amor Extremo

Porque sencillamente llegan hasta tu alma, la acarician un poco, y se van dejando una estela. Así de simple. Todo lo que hacen es sencillamente precioso, brutalmente honesto.
Una vez que los has visto sabes que has presenciado un momento único, incluso la vida se entiende un poco mejor. No hay dobles sentidos, todo está escrito con el corazón.
Cuando uno va a ver a Extremoduro en directo, todo se somete a un acto de fe: Robe es un Papa andante (o Jesucristo García?), y nosotros sólo podemos adorarle, incluso a pesar de su negativa, él siempre tan humilde y tan reservado. Sus canciones son como las parábolas de Jesucristo antes de ser crucificado en el Gólgota (¿O era Deltoya?): Ama al projimo. Ama, ama, ama y ensancha el alma. De otro modo no se puede entender esta vida y todo lo que deviene de ella: Odio entre seres humanos ("Muere a todas horas gente dentro de mi televisor..."), Amor sin endulzar las palabras ("Yo me quedé con su olor, ella me arrancó la piel, me dijo justo al final: No quiero volverte a ver...), en definitiva, todas las cosas que nos hacen humanos y por tanto, sensibles a todo lo que nos rodea, y que algunas veces parece que hemos olvidado entre tanto trabajo, tanta gana por tener dinero y follarnos a la persona más guapa. Por abandonarnos a nosotros mismos y caer en la desidia en la barra de algún bar, comiéndonos la apatía. Contra todo eso luchan los textos de RobeDios Iniesta.
Todo lo que dice es tan cierto que acaba convenciendote sin querer. No intenta venderte nada, simplemente deja que las cosas sucedan. Y cuando sucede, lo sabes: Acabas de ser tocado por la mano de Dios justo en el centro de tu corazón acorazado como un callo.
Como buen Jesucristo, Robe también tiene sus Marías Magdalenas particulares en la panda de niñatas-mojabragas que adoran sin saber todavía muy bien por que la figura de Robe. Quizás algún día lo entiendan, pues ya lo dijo Dios, no sólo de pan vive el hombre. No intenta esconder su fragilidad ni las cicatrices de su alma, lo comparte con todos nosotros haciendonos partícipes de que él es también mortal y también sufre. Y de ahí nace nuestro amor por él, por mostrarnos esa figura tan cercana y desmitificada, siempre generoso, dispuesto a darlo todo sin pedir nada a cambio, con esa fragilidad, colgándose de tu pelo...
El día que Robe falte en este mundo, resucitará al tercer día. En el psiquiátrico,absurdo invento.

1 comentario:

m. dijo...

No se te cae la baba ni ná con este hombre... Hay que joderse xD.
Está bien lo que has escrito, está muy bien.