martes, 29 de diciembre de 2009

Amore

Te quiero tanto que me duele. Esa frase fue durante unos años, para mí, la cosa más bonita que podía decir a una mujer. Claramente está implícita una satisfaccion personal de ser subyugado de no sé que extraña manera, como si yo y el amor que siento fuera algo parecido a la servidumbre. Años después entendí que esto no era muy sano y que lo mejor que uno (yo en este caso) puede hacer es no ser esclavo de nada ni de nadie. Además, esta declaración masoquista y que (yo en mi retorcida mente pensaba) pudiera agradar a una mujer no era la mejor de las maneras de decir nada. Todo muy expuesto, todo a la vista, todo con demasiado corazón. También más tarde entendí que el corazón no escucha a nadie, cierto, pero que tampoco nos molestamos en preguntarle, más atentos a la belleza, el dinero, el poder.
Nunca entendí del amor y el amor nunca me entendió a mí...

Bloom-Withno

domingo, 27 de diciembre de 2009

Nostalgia

Como una suave brisa que corre por tu pelo, como arena que se desliza entre tus dedos, así es la nostalgia. Nostalgia de un tiempo pasado que creemos que fue mejor del que tenemos, y del que tendremos quizá. Quizá estemos rozando el melodrama. Melodramáticos, melancólicos o demás mel-lo-que-sea, uno no puede evitar echar la vista hacia atrás y recordar, evocar momentos en su mente que vuelven a este momento y son tan reales que casi puedes volver a tocarlos, a saborearlos, a vivirlos.
El ser humano suele preocuparse del pasado y del futuro, casi nunca del presente. Vivir de recuerdos no suele ser saludable, pero, al cabo de los años, cuando estemos sentados frente al fuego y habiendo vivido una vida plena, lo que nos quedarán serán eso, los recuerdos.
Lo más importantes no es aferrarse a ellos, si no estar contento porque te sucedió a tí, sentirte dichoso porque has podido conocer gente, sentir, tocar, amar, ser feliz, y eso amigos, si se debe recordar.
El poder del ser humano es tan grande...

Bloom-Withno

martes, 22 de diciembre de 2009

Kunderiano

Uno pierde la mirada en la distancia, intentando comprenderse a sí mismo, al mundo, y todo lo que le rodea en general. Quizás esto suceda mientras paseas por la playa mirando al mar, quien sabe...
Vagas por la calle sin ningún sentido, porque la insoportable levedad de la vida puede contigo, meciéndote en una melodía que teje con sus hilos invisibles.
Vas cayendo poco a poco, poco a pooco, poooco aaa poooco, pooc...
Cloroformo. La vida actúa como el cloroformo, atontando tus sentidos, dejándote en la más absoluta inutilidad. Sentimientos que los humanos tenemos, a veces reímos, a veces lloramos, a veces todo nos supera y nos vemos desbordados.
Todo es como una ensoñación, la vida flota ante tí y tú no estás dispuesto a luchar contra ello.
No luchas contra ello, no luuuchas contra ell...
Pero algo llama tu atención. Tu cuerpo, la vida, tu propia supervivencia. Y el aletargamiento se acaba y la vida fluye de nuevo.

Bloom-Withno

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Énfasis

A veces me pregunto qué es lo que me detiene de darte un golpe seco en la cabeza con un martillo neumático. Siempre creyendo que tienes razón, pensando que sabes más que nadie, hablando mierda por doquier sin oír lo que los demás dicen pero luego andando por ahí como el puto Papa dándotelas de ser una persona caritativa, buena conversadora y que escucha a los demás. Todo mentira.
Y lo peor es que te crees tu propio papel, eres un ser tan OBTUSOOOOOOOOOOOOOOOO que no eres capaz de darte cuenta que lo que hueles bajo tus pies es tu propio vómito saliendo de tu boca cada vez que intentas decir algo. No es odio, simplemente te desprecio con toda mi alma. De una manera seca y visceral, te desprecio...
Para ti con todo mi amor.

Bloom-Withno

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ómphalos

Te imaginé mientras con mi mano te acariciaba el pelo, fino, volando al aire entre las puntas de mis dedos, sintiendo como resbalaban y caían hacia el infinito sin ningún remedio. Entonces te miraba a los ojos, tan profundos, como intentando desvelar qué había más allá y así podía pasarme el día entero, observándote, agarrando tu cara con mis manos, tu piel suave que acariciaba con mis labios hasta encontrar tu boca. Entonces uno era feliz, incluso dichoso.
Tu cuerpo y el mío bailaban una música conocida por ambos pero desconocidas para nuestras cabezas. Las interpretaciones aquí no valían. Mi cuerpo (no cabeza) se amoldaba poco a poco a tu cuerpo (no cabeza) entrelazándose rítmicamente, meciendose suavemente el alma y el corazón. Entonces yo sabía a tí y tú sabías a mi y vimos que era bueno.
A la mañana desperté del sueño sudando, exhalando, temiendo que este sueño fuera eso, un sueño. Al girarme violentamente no encontré tu cuerpo, y mi corazón pensó que había sido irreal. Sólo pude esbozar una sonrisa, al menos duró lo suficiente como para disfrutarlo.
En ese momento apareciste entrando por la puerta desnuda frente a mí.
- ¿Qué sucede, has dormido bien?-dijiste.
Entonces te agarré por la cintura y dejé de temer.

Bloom-Withno