miércoles, 19 de mayo de 2010

Coplas a la muerte de mis calles

Tu nombre resuena en cada rincón de mi cabeza mientras vago solitario, en esa soledad en la que tanto me gusta sumirme, rozando la autoparodia, imaginándome a mí mismo por la calle que baja cerca de mi casa y va a parar a otro cruce, a otra carretera, a otro lugar. Pues así es mi vida. Una calle que lleva a otra calle que lleva a otra calle. A veces voy por una y abandono otra, olvidándome de su nombre y su recuerdo, sin ni siquiera pensar que alguna vez , yo, estuve paseando por allí. Poco importa ahora, estoy en otra calle.
Calles y calles que recorro sin cesar son lo que llamo mi existencia, a veces por la acera, otras por la calzada, saltando en los pasos de cebra, unas veces lento, las más rapido. Mi vida son las calles que dan a una gran avenida que es el morir.
Y salto por ellas, algunas más grandes y espaciosas, todo lujo y glamour, otras pequeñas, íntimas, sencillas, sinceras. Muchas me repudian y me miran mal, y yo a ellas. A veces sólo rozo mi pie cuando paso de una acera a otra y noto su tacto, distinto al de la otra calle, siempre todas distintas y tan parecidas al mismo tiempo.
Hablaba de que tu nombre resonaba en mi cabeza, pero se me olvidó en una calle, una calle que dejé de atravesar hace tiempo.

Bloom-Withno

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