Echo de menos tu risa, tus gestos. Echo de menos sentirme bien contigo a mi lado. Añoro esos tiempos que pasábamos juntos, esos tiempos no tan lejanos y sin embargo parecen de otra vida. Mi vida sin tí es gris, vacía, irrelevante. Mi soledad abusa de mí mientras veo como, resignado, decides abandonarme.
Me paso el día llorando por los rincones como un alma en pena, pensando qué hice mal, por qué hemos llegado a esta situación. Y sólo puedo resignarme y llorar. Sé que te necesito. ¿Y tú no lo sabes?
Cada día lleva a otro día que lleva a otro día y así. Me deprimo cuando pienso en lo solo que estoy sin tí, sin tu risa, esa risa que lo inundaba todo a su paso, esos ratos en los que solamente pasaba el tiempo y para mí eran como oro puro. Todo eso lo echo de menos. ¿Tú no?
Me digo que hay que seguir y que la gente entra o sale de tu vida según quieran ellos, que no puedes obligar a la gente. Al minuto de ese pensamiento me acuerdo de ti y te maldigo. Odio esta situación, ¿es que no lo ves?
Reflexiono (lo odio) y logro calmarme. La vida es un camino que nosotros dibujamos y luego ella nos lleva por donde quiere.
Estaré aquí, donde he estado siempre.
Bloom-Withno
5 comentarios:
Que tema más complicado y duro de asimilar, pero si, es como la vida misma.....
Expresas a la perfección lo que ronda frecuente por mi cabeza respecto a este tema.... de hecho hay temporadas en las que no dejo de pensar en ello.
Un saludo!
Por cierto, enlazo tambien este texto en facebook :)
Gracias toño, me gustaría verlo en facebook, la verdad. ¿Dónde tienes pensado enlazarlo? Saludos...
Hola!
Simplemente he publicado el enlace en mi perfil: http://www.facebook.com/antonio.diaz.costafreda. Creo que no podrás verlo porque esta como "solo amigos", asi que agregame como amigo y te acepto para que lo veas.
Un saludo
Me falta un "me gusta" por aqui
Publicar un comentario