domingo, 30 de enero de 2011

Crudo (II)

- ¿Sabe tu madre que sales de casa con esa falda tan corta?- fue lo primero que acerté a decir.
Un rato después, (no puedo concretar si fue una hora o diez minutos) estaba abriendo la puerta de su apartamento.
- Las cervezas están en la nevera -dijo. Una chica muy lista...
Me senté en un sofá bebiendo la cerveza tranquilamente mientras ella iba al baño, posiblemente a retocarse, aunque también por mi mente se barajaron otras opciones, tales como que en realidad era una mutante o que era un hombre. Hasta pensé que me iba a decir cuanto costaban sus servicios.
Mi mente enferma relacionó la idea de que ella fuera una mutante con la película "Mi novia es una extraterrestre" ("My stepmother is an alien" en la original, grandes traducciones de los títulos de las pelis) y continué con la relación con Kim Basinger e, inevitablemente, acabé recordando "Nueve semanas y media". A partir de ahí, me dije que ya estaba bien de tanto pensar.
Ella apareció por el pasillo mientras yo me levantaba del sofá y caminaba hacia ella. La sujeté por la cintura y la puse de espaldas a mí, empujandola contra la pared. Me lancé sobre ella besando su cuello con toda la intensidad que pude mientras mis manos subían su falda, tanteaba su ropa interior, y terminaba a la altura de sus rodillas.
Con mis manos en sus caderas, notando el tacto de sus frágiles huesos, decido empezar a introducir la polla. Total, ¿no hemos venido a eso?
Ella comienza a emitir un gemido que a mi entender no era del todo satisfactorio. Empiezo a pensar que tenemos que hacer más ruido. Decido acometer la tarea con más esfuerzo y ahínco, y su cuerpo, de espaldas a mí, es lo único que me separa de la pared. He decidido traspasarla literalmente.
Ahora ella si grita como a mí me parece bien. Mañana tendré un pitido, pero merece la pena. Agarro su pelo con mi mano izquierda y noto como su cuello se arquea. Definitivamente, estaré sordo mañana.
Cuando hemos terminado, ella está con las manos apoyadas en la pared, con la cabeza agachada, resoplando.
Es el último recuerdo que tengo antes de que mi cerveza y yo nos fuéramos por la puerta.

Bloom-Withno

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