domingo, 22 de abril de 2012

Y sin más, desapareció

Nunca fui un animal social, ni lo he pretendido. Nunca entendí de reglas sociales, de comportamientos, de apariencias. Y nunca me importó. Me siento único, especial y mejor que tú. No es que lo sienta, no. Lo sé. Y no hay nada que sentir si esto te molesta.
Oír, ver, palpar, no sentirse alienado. Estar en un bar es la mayor sensación de soledad para mí. Sólo volviendo a escuchar mis pensamientos vuelvo a ser feliz. Y es que no necesito más que sentirme a mí mismo, palparme, saber que me escucho y que escucho a otro. No necesito grandilocuencias, ni beber, ni drogas, ni siquiera tener que mirar tu cara bonita intentando atraerte, o hacer el bufón para que tú, gorda de los cojones, te sientas a gusto. Me vale con tenerme a mí mismo.
Dentro de mí hay un mundo tan variado, extenso y rico que ni en cien vidas tu cuerpo podría contener. Me siento principio y final de todo, ómphalos del mundo, y tú eres simplemente un accidente.
¿Prepotente? ¿Intolerante? Es simplemente aceptar la realidad. Estoy feliz cuando estoy solo, la soledad es cuando tengo que reírme de tus gracias, o gastarme dinero para ser aceptado socialmente, o discutir con idiotas pomposos y grandilocuentes, sabedores de nada. Soy auténtico, me siento grande, y no hay nada que puedas hacer o parecer para evitar que yo piense eso.
Por eso mi humildad es sincera. Porque conozco al hombre que se pone mis zapatos y entiende la piedad. Empero, tú eres vil y cruel, huraño y ratero como pocos, con un alma sucia que roe todo lo que toca.
Si al menos tuvieras cerebro, pero nada. No es cuestión de sentirlo, es de saberlo (saberlo, ¡coño!), saber que a mí no puedes encuadrarme en ninguno de tus asquerosos estereotipos, y que te sientes desbordado al saber de mí. No, no es cuestión de sabiduría, es cuestión de conocerte a ti mismo. El miedo es lo que te atenaza, siempre fuiste muy limitado.
Y como me siento como el nuevo Dios Zeus, recapacito. Como Jesucristo, yo os perdono. Pero no pienso sacrificarme por vosotros. No esperéis de mí una conducta bonita, esperad la más cruel realidad del que se siente superior y piensa demostrarlo.

Bloom-Withno

No hay comentarios: