miércoles, 6 de agosto de 2008

Incertezas.

Hablamos con dos inglesas y se confirma:
- Inglaterra es un país donde el sol no da todo lo que quisieran sus habitantes. De ahí la piel pálida y sus venidas a la costa española (tanto jubilados como pubertinos).
- La alimentación no es lo peor que hay, ya que su cocina se alimenta de los productos del mediterráneo, según sus informaciones. Por lo tanto, no es de extrañar que el fish and chips sea su abanderado culinario, ya que a las miseras patatas y a los pescados rebozados les sumergen mil y una especia usada en la cocina mediterranea (hipotesis infundada).
- Uno de los principales problemas de Inglaterra y uno de los más graves (sic by a english teacher) es la tasa de embarazo de las adolescentes inglesas. La más alta en toda la Unión Europea. Y desde luego no es por la tendencia sexual o por la falta de protección o incluso por la falta de mentalidad en la gente joven gracias a su alcoholismo desaforado que creemos tienen (otro de los rumores infundados por estos lares). No, señores, la causa es tan sencilla que se hace universal: fallo de educación. Al parecer, en las conversaciones mantenidas por este corresponsal (?) con sus congéneres ingleses, se denota una falta grave en la institución familiar. Es decir, aquí a una cierta edad tenemos la tendencia (metida a fuego por la iglesia y demás hortodoxos y ya en grave peligro de extinción) de casarnos, de contraer matrimoni0. Si no es por la iglesia (como dios manda), es por los juzgados. Allí no, allí los padres son solteros y viven arrejuntados (lo que tiene un pais con un porrón de años de "sólo" democracia) y al parecer, llega un momento en el que alguno de los progenitores abandona el nicho familiar para buscarse otro destino mejor. Con lo cual, el púber se va haciendo mayor con un desorden afectivo mal solucionado por el padre/madre soltero que desemboca en comportamientos tan infructuosos como son el alcoholismo o el embarazo, lo que muchas veces se dice aquí de nuestros propios jóvenes y nunca nos lo creemos por falta de introspección y altruismo.
- Otro asunto preguntado. Los ingleses no suelen venir a emborracharse, cierto es que una gran parte ve España como la fiesta perpetua -pensad que allí los bares (pubs) cierran a la una y el botellón (si hubiere) se paga con un porra en las costillas (la sociedad inglesa y su tradición de rectitud)- pero hay otros que simplemente vienen por el sol, que aquí se clava con más ahinco que por las islas.
- Sleep in the afternoon. Ellos se levantan a las ocho y desayunan. Trabajan, toman algo sobre las doce y a las dos comen. A media tarde ven la tele o hacen algo de provecho y a las ocho (como muy tarde) cenan. El resto es para salir por ahí y, si acaso, beber una copa. De ahí que no entendiesen lo que era la siesta, algo muy típico de este país donde las horas de sueño se concentran en la noche y en el infierno de 15 a 18 de la tarde. Claro, ellos casi todo el año están en chaqueta y no sienten la necesidad de permanecer en casa hasta que arrecie el calor. Aquí, no. Aquí el español duerme, como manda la tradición.
- Otro tema. Una noche antes de mi encuentro con las británicas, vi bailar a diversa gente inglesa con movimientos espasmódicos y hasta cierto punto ridículos, que demostraban su poco de arte en la danza y su mucho de exhibicionismo desaforado y sin pudor. Le pregunté a nuestra chica de relaciones internacionales (una madrileña que vivía desde hacia años por malaga, al lado de estos tipos) y nos comentó que eso es normal en un país cuya tradición está muy adelantada a nuestro tiempo. En cierta manera era la dictadura la que había frenado nuestro progreso, tanto cultural como social, incluso habiendo retrocedido en esos aspectos que nos impedían reirnos de nosotros mismos y desgastar los zapatos y las grasas en la pista de baile. Divertirnos, vaya.
Y en cierta manera no pude por más que darle la razón. Como ejemplo baste que un chaval español dejo de bailar en el mismo instante en que se dio cuenta que a ojos de sus amigos estaba rozando el ridiculo. Mientras, la chica inglesa seguía moviendo el cuerpo según el ritmo que le marcaba su propio corazón (no acorde con la música en muchos casos).
- También les pregunté por la seguridad, ya sabéis, Inglaterra es el país del Gran Hermano. Me sorprendió bastante su pasividad en la respuesta, es como quien dice un tópico que a fuerza de vivirlo se ha convertido en una rutina. Y tampoco insistí para que ampliase su respuesta en detalles, en aquel momento recordé que mi ida en metro en Madrid es una filmación continua de las camaras de seguridad; o que si sacaba dinero, me filmaban los cajeros; o que si iba en coche, me veian los de tráfico. ¿Acaso nos creemos menos vigilados?, ¿con más libertades?
- Les sorprendió que tuviesemos distintos idiomas (estuvieron en Cataluña y por el Norte), y que Barcelona era mejor ciudad para gente extranjera por la cantidad de información en otros idiomas. Podían ver donde informarse, donde ir, buscar sitios de interés, todo ello en inglés. Cosa que en Málaga u otras provincias no habían visto. Les respondí que lo mismo es por estar al lado de Europa, que ellos veían más como se movían otros países comparados con el anquilosamiento de España. También sobre el choque de lenguas, al que intenté quitarle carga política, tomando como razón el impulso de unos políticos contra el retraso de otros, que esa pelea se dejaba sentir en la carga idiomática. Ellos, a mi pregunta, me dijeron que no, que allí todo el mundo habla en inglés y que lo sienten como algo suyo ya que llevan hablandolo desde que Moisés se dejo la alpargata en el desierto egipcio. Lo que me indujo a pensar si no podíamos hacer lo mismo tomando como idioma todo el abanico de lenguas (catalán, gallego, vasco, etc.) y no sólo el castellano para sentirnos españoles (pero eso es otro tema que ya ampliaremos en otra ocasión).
Fue un encuentro en Málaga. Tres españoles que juntos formaban un inglés que podía entenderse con ellas. Fue algo distendido, no se habló de Trafalgar, ni de Gibraltar español, ni de futbol.
Un encuentro de unas dos horas donde ellas me demostraron lo lejos que estoy de internacionalizarme para cumplir mis espectativas y lo lejos que están ellas de entender un país donde la gente es más cálida y busca más el contacto, donde se hablan idiomas diferentes y donde se conforma un estilo de vida más sosegado que tiende a la tranquilidad del día para buscar el reposo a la sombra en las horas de más calor.
Spain is different.
Is this the final conclusion?
I don´t know, but I think, in short, human being is different.

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