martes, 5 de agosto de 2008

A veces...

Uno, por extraño que sea a veces, llega a un punto sin retorno. Una de esas cosas de las que el ser humano adolece. ¿Cómo combatir la frustración? Darse uno cuenta de que la mayoría de las cosas son fingidas y que en realidad estás solo. Que los amigos son sólo personas que pasean junto a ti, que el mundo se mueve y cuando tú te quedas estático, ves todo con claridad. Tanta palabra vacía, tanta carantoña gratuita que no lleva a nada, tanta sonrisa forzada. Generalmente nos gustan cosas de otras personas, no todas, pero algunas si. ¿Es eso malo?, la verdad es que no, para eso cada uno es como es. Alucinante desaparecer por un tiempo y darte cuenta de que nadie llama, nadie escribe. A nadie le importas. Oh no, es mentira, si que importas. Para tomar unas cervezas, acompañar a conciertos, ver pelis o dejar música. Ahí eres básico. Que te hable uno de su vida eso ya no, pero para lo demás, como agua de mayo. Todo el mundo recuerda tus comentarios jocosos, pero en realidad, se la soplas. Así de duro.
Por eso, todo llega en esta vida.
Desde aquí ya avisamos, si no estáis con nosotros...
Bloom-Withno

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