lunes, 30 de enero de 2012

Amor

"Cause to the universe I don't mean a thing
And there's just one word that I still believe and it's
Love,... love. love. love. love."
(Letra extráida de la canción "Love Boat Captain", del grupo Pearl Jam)

Siempre ha existido, queramos reconocer o no, una tendencia a evitar la demostración pública de las emociones. En resumidas cuentas, una exaltación amistosa o amorosa conllevaba al mismo tiempo sentirte vulnerable. Asi que la sociedad, tan sabia como es siempre cuando la masa decide, dictaminó esconder el corazón entre capas y capas del más duro acero, tapiando arterias peligrosas para que afloraran sentimientos.
Contraponiendo a esto, los movimientos opuestos, como los hippies, flower power y derivados contribuyeron a que exteriorizar sentimientos resultara grotesco. Y es que, admitamoslo, ser hippie y alabar la presunción del amor a todo era una absoluta patraña. Los hippies nunca entendieron de amor.
Y entre tanto amor fraternal y silencios sepulcrales de amistad, la Humanidad siguió su curso.
Pero, ¿qúe hicimos con el amor? El abrazo, las caricias, los sentimientos hacia el prójimo, un prójimo que te quiere y te respeta. Una familia, un vínculo, algo sagrado de lo que no se puede renegar. Sentimientos que calan en lo más hondo y penetran en el alma, pero solo afloran en momentos críticos. ¿Por qué hemos llegado a eso? ¿Por qué, nosotros, hemos decidido no demostrar cariño? Nunca pierdas la oportunidad de decir a alguien que lo quieres.
Respetar al enemigo, si existiese, es también una muestra de amor. De respeto en la lucha, de saber contra quien te mides, estando más cerca de lo que crees por raro que te parezca. Porque al igual que hizo Aquiles con Héctor después de matarle, le besó en la mejilla y esperaba encontrarle pronto. Nosotros, seres racionales que vivimos en sociedad, trabajamos mejor desde el cariño. Demostrado está que a palos el ser humano rinde menos que si se le trata con cariño y respeto.
Pero nos empeñamos en negarlo. Encendemos la tele y fagocitamos todo lo que nos dan, nos convierten en máquinas autómatas que viven instaladas en el miedo, priorizando cosas que no deberían ser de primer orden, abecerrando nuestra mente (perturbada ya de por sí) y enfriando nuestros sentimientos. Y los sentimientos se reprimen, hasta que dejan de reprimirse, y sus consecuencias son devastadoras. El ser humano, criado en sociedad, se siente solo, no escuchado, no querido. Lo sabemos, y lo aceptamos. Hasta ahora.
Desde aquí se instaura el derecho a No Sentirse Solo. En escuchar al prójimo y juntos crear un mañana mejor, sin identidades, sin fronteras, sin banderas, sin barreras, donde un hombre valga lo que vale su amor por los demás, por un Mundo donde el dinero no tenga importancia y la avaricia sea cosa del pasado. Donde todos podamos crear y construir, ser piezas esenciales de un engranaje, la vida, que sea duradero por los siglos de los siglos.
Mañana está demasiado léjos, el momento es ahora.
Bloom-Withno

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