jueves, 18 de marzo de 2010

La guerra de los zurdos

Ante mí últimamente aparecen una raza de criaturas (llamémosles así) que me inquieta en el día a día. Los zurdos. Pero no los zurdos normales y corrientes, los que escriben con la izquierda y la pierna izquierda para golpear el balón. No. Esos zurdos no.
Se está creando una super máquina de seres mitad hombres-mitad zurdos (pues sabe Dios que los zurdos son herejes, si no por qué se llama a la izquierda la "siniestra") dispuesta a conquistar el planeta.
El más claro exponente es el tenista Rafael Nadal. ¿Os cae muy bien eh? Ya veréis cuando conquiste el mundo. Los neozurdos toman el control...
Los neozurdos son el último avance científico, por mucho que intenten disfrazarlo de natural. Utilizan una mano, generalmente la derecha, para realizar todas las tareas y patean con la izquierda. Hasta ahí normal. En otros casos, es al revés: La mano dominante es la izquierda y el pie dominante el derecho.
Pero la nueva raza de los neozurdos va más allá: ni ellos mismos saben cuáles son su extremidades dominantes. Lo desconocen. Son capaces de realizar movimientos complejos con cualquier mano indistintamente, sorprendiendo siempre. No entran en ningún parámetro controlable.
Me gustaría escribir más, pero me observan, lo noto: Saben que les he traicionado. Yo, como ellos, soy neozurdo.
Alguien se acerca, oigo pasos... Ya vienen...

Bloom-Withno

domingo, 14 de marzo de 2010

Resignación

Seguramente la mejor opción es resignarse. La resignación es algo primitivo que lleva el hombre dentro y que lucha contra sus ganas de explorar y conocer. Job lo entendió muy rápido: Dios estaba explorando con él lo hijo de puta que se puede llegar a ser. Así que Job se resignó. ¿Qué mas podía hacer?
Abandonarse, además, es tan fácil. Sólo tienes que dejar de luchar, respirar hondo y sumergirte en esa ola de dolor que ya no duele tanto, y despedirte con una sonrisa tierna y la mirada clavada en el fondo, vacía, sin atisbo de buscar nada.
Pero volvamos a Job. ¿Qué se preguntaría cada día? ¿Con qué ánimo pasaría su existencia? ¿Es la abnegación prima hermana de la obstinación y la estupidez? Pobre Job. Pobre pobre Job.
En algún momento Job pensaria que su vida está siendo una mierda y haría algo. Matar a Dios es algo tan complicado que supongo que no se lo plantearía. Quizás se drogara, para evitar pensar en sus problemas y evadirse.
¿Qué hacer cuando no se puede hacer nada más? La respuesta, más abajo.
...
...
...
...
¡¡¡Aquí aquí!!!! La respuesta es la perspectiva. Sólo hay que tomar un poco de distancia con las cosas y aprender a vivir relativizando lo trivial. Pocas cosas merecen la pena como para estar triste...

Desde la tristeza más profunda de mi alma

Bloom-Withno

martes, 9 de marzo de 2010

Poemsamientos (IV)

Te encontré en una mañana alegre
Te perdí un otoño impaciente
Te busqué de una manera irremediable
y te encontré otra vez
donde tú estabas
donde yo estaba
donde la tierra giraba

*****
Recorriendo tu piel con mi lengua
Logré estremecerme
Y mi corazón dio un respingo
Encendiendo alarmas, apagando
fuegos en las nieves perpetuas.
Miré hacia dentro de mí
y no te encontré a ti
Me encontré a mí
y por eso soy feliz

*****
La lluvia nos mira
y juega con nosotros
La tierra se hunde
y el vacío arrastra odio
Nuestro cuerpo se comba
mientras nos arrastra el lodo.
Chillamos al aire y
nuestra vida se apaga.
De repente, todo es silencio...

*****
Quiero mirarme y remirarme
en tí
Quiero besarte y rebesarte
a tí
Quiero ser feliz.

*****
Morí el día que nací
Mi vida fue un carrusel de
decepciones
que asolaron mi vida
sin remedio
Sólo tú me salvaste
y ahora desde aquí
rezo por tí

*****
El corazón mira con ojos
que la razón no concibe
y mi pobre cabeza
inconscientemente consciente
concibe lo que el corazón
no admite.
Mis ojos guían lo que mi corazón
dice, mientras mi cerebro
mira y me dice
que no mire

*****
Te vi en tu funeral.
Se te veía muy bien
Miré hacia arriba
y sonreí, pues
sabía que estabas bien.
Te sentí cerca
y me sentí bien
pues encontré tu sonrisa
rozándome la piel.
Me despedí de tí con un beso
que nunca te di
y tu risa resonaba
como el día que te conocí.

*****
A tu puerta vi llegar
niños, hombres, amantes
a todos vi pasar
y ninguno quedarse
Quise entrar a ese lugar
pero tú no me dejaste
lloré lágrimas a mi pesar
y olvidé recordarte.

*****
Mírate a través de los ojos
con los que tú debes mirar.
Cualquier otra apreciación es errónea...

*****
Aquí yace un hombre
No era bueno
No era justo
No era guapo
Era yo.
*****
Bloom-Withno

lunes, 8 de marzo de 2010

Memoria

Tu boca se posó en mis labios por un instante. Años después, no recuerdo nada de aquel suceso. Pude recordar millones de veces tus gritos, tus insultos, tu desprecio hacia mí, pero nunca más fui capaz de pensar en cuando te abrazaba en silencio, cuando te miraba y me buscaba mí mismo. Mi memoria me traicionó y me traiciona.
Dicen que la capacidad del cerebro no es memorizar, si no olvidar, puesto que no podemos recordar todo y debemos seleccionar qué cosas retener.
¿Y por qué recordamos lo que recordamos? ¿Por qué nuestro propio cerebro nos engaña? Definitivamente, no puedes fiarte de nada, ni de tu cerebro siquiera.
Quiero acordarme de todo lo bueno de mi vida, aspirar cada segundo en el que me he sentido bien, y notar el placer recorriéndome las venas. Así quiero recordar.
Quiero recordar y que me recuerdes, y no voy a cejar en mi empeño. Necesito saber que me recordarás.
A veces uno no recuerda hasta que algo o alguien obliga a que recuerdes. Y el recuerdo se engrandece porque el tiempo ha pasado y el recuerdo ha permanecido vigente. Mi destartalada memoria, ajada por el paso del tiempo, no es inmune al recuerdo. Y uno se alegra y da gracias al Dios de cada uno, puesto que toda la niebla y la duda que había en mi mente se ha desvanecido y en su lugar aflora una sonrisa que dice: "Me acuerdo".

Bloom-Withno