martes, 9 de noviembre de 2010

Futilidades

Unos hablan de sí mismos, otros hablan de otros que no son ellos. Opinan, disertan, confunden. Pequeño espectáculo circense: Todos tenemos una opinión y queremos hacerla valer.
Otros no hablan ni de ellos, ni de nada en particular, son reservados hasta límites insospechados rayando la falta de respeto. Quizás no haya nada que decir al fin y al cabo.
Unos se expresan, otros rebaten, algunos intentan, muchos seducen.
Así es el día a día de lo que pienso sobre la raza humana y su comunicación. Oírnos, parece que nos oímos, pero, ¿nos escuchamos?
En realidad no queremos que nos escuchen. Queremos soltar nuestra retahíla de opinión y que llegue a otros oídos, da igual quien sea el portador de las orejas, lo importante es que yo opine. ¿De qué? ¿Sobre qué? Eso da igual, tengo opinión para todo.
¿Somos empáticos? ¿Tenemos asertividad? ¿Cuanto odio albergamos en nuestro interior? ¿Es posible el amor incondicional? ¿Somos cada vez más hipócritas? Preguntas que posiblemente os importen una mierda. No os culpo.
Quizá nos baste con sobrevivir...

Bloom-Withno

No hay comentarios: